En el parpadeo efímero de las luciérnagas danzantes, un eco de melancolía susurra en las sombras donde el río del tiempo se retuerce como una serpiente intrépida en busca de su propia cola. Las estrellas, testigos silentes de la sinfonía cósmica, titilan con una complicidad misteriosa, mientras las sombras danzan con los ecos de las mariposas aladas que cruzan el umbral de la realidad tangible.